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AMPLIARDilma Rousseff y Emilio Botín, en moviembre pasado

Escandalosa injerencia del Banco Santander tensa la política en Brasil

El ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores (PT), se sumó a las críticas de su correligionaria y actual mandataria Dilma Rousseff contra el banco español Santander, luego de que éste publicó una nota sobre los riesgos de la reelección de la gobernante.

Aecio Neves, principal candidato opositor, refutó al gobierno y expresó su espaldo a la posición del Santander.

La ejecutiva del banco Santander que escribió un informe sobre el riesgo de la reelección de Rousseff "no entiende nada de Brasil ni del gobierno de Dilma...sinceramente mantener a esa mujer en un cargo jerárquico es algo...", disparó Lula da Silva sin completar la frase.

Ante dirigentes de la Central Unica de Trabajadores, Lula consideró "imposible que el gobierno tire por la borda" su credibilidad económica con aventuras financieras y aseguró que Santander y otros bancos obtuvieron "grandes ganancias" en los últimos años, bajos los gobiernos del PT. Lo afirmó en la noche del lunes en Sao Paulo, pocas horas después de que la propia presidenta y candidata a la reelección Rousseff condenara a la entidad financiera y a su presidente, el banquero español Emilio Botín.

"Es inadmisible para cualquier país, más para la séptima economía del mundo, aceptar cualquier nivel de interferencia de este tipo. Esto es lamentable, inadmisible para cualquier candidato, tanto para mí como para otro", sostuvo Rousseff durante una entrevista concedida ayer en el Palacio de Alvorada, residencia oficial en Brasilia.

"Soy la presidenta de la República y tengo que tener una actitud prudente…yo conozco bastante bien al presidente del banco (Santander) yo pretendo conversar (con él) al respecto. Las disculpas que recibimos son demasiado protocolares", prosiguió la presidenta.

Además dejó abierta la posibilidad de demandar judicialmente a Botín, mientras, desde el PT, su titular Rui Falcao, miembro del comité de reelección, sostuvo que el banco Santander incurrió en una violación de la legislación al hacer "terrorismo electoral".

Para Rousseff "en esta campaña se repite en el mercado y algunos medios el mismo clima de pesimismo que se vio antes de la Copa del Mundo, ya van a ver que la economía no está tan mal".

 El 5 de octubre se celebrarán elecciones presidenciales, y el 26 de octubre la eventual segunda vuelta, en las que Rousseff aparece como favorita con el 38% según una encuesta publicada la semana pasada por la consultora IBOPE.

En el segundo lugar está, con el 22%, el senador Aecio Neves, candidato del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) y en el tercero, con el 8%, aparece Eduardo Campos, del Partido Socialista Brasileño (PSB), ex gobernador del estado nordestino de Pernambuco.

En un boletín publicado en el extracto bancario distribuido a sus clientes con ingresos de más de 10.000 reales (4.900 dólares) Santander opinó que si Rousseff sube en las encuestas preelectorales habrá una crisis cambiaria y caerá la Bolsa de Valores de Sao Paulo.

El presidente honorario del PT Lula, que trabaja y coordina la campaña por la reelección de Dilma, recomendó a Emilio Botín que despida a la analista responsable de ese informe distribuido a los ahorristas de Santander.

Mientras que Rousseff y Lula, las dos principales espadas del PT, deploraron al Santander y Emilio Botín, el tema se instaló como un asunto central en el debate preelectoral, donde el opositor PSDB expresó sus discrepancias con el oficialismo.

Para el candidato del PSDB Aecio Neves el boletín del Santander no debe ser considerado como un pronunciamiento político sino un parecer técnico.

"No sirve de nada que un dirigente (Lula da Silva) exija el despido en una institución financiera. Habría que dimitir prácticamente a todos los analistas financieros porque todos son muy escépticos ante este escenario económico", Neves.